Chapter 3 - Conversación en el parque
Submitted July 31, 2005 Updated December 3, 2005 Status Incomplete | Esta en español. Fui vago y no lo traduje. Trata sobre Roll y como empezarona surgir las primeras fisuras emocionales que separaron a los metaloids de los reploids...Son 4 capitulos...Lo hice hace varios alños, pero nunca lo publique hasta hoy.
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Chapter 3 - Conversación en el parque
Chapter 3 - Conversación en el parque
Pues este fanfic….es la continuación de los otros dos. En estos momentos, la saga de Megaman original, es muy impopular, y no se diga de Roll. Por lo que este cuento termina aquí. Ya que…pronto es creado Zero y… Pero basta. No encontrarán peleas acá. Es un poco la historia de la evolución de la humaniformidad de los robots. Y esta mal echa. Muy mal echa, ya que la hice yo.
MEMORIA
Ya estaba encerrada en su cuarto. Sentada en su sillón. Se sentía…un poco alegre. Pero no había motivos. Muy por el contrario, ya que la muerte nunca era buena. Y…
Recordaba como por la mañana seguía deprimida. Una semana entera estuvo así. Desde que Forte quiso matarla. “¿Matarla?”
-Mega…¿es cierto que irás a pelear de nuevo?
Había empezado ella, pero sin mirarlo. Mirando a la pared, si es que algo miraba. Megaman se acercó y le puso una mano en el hombro.
-Lamentablemente, así es. Un robot extraño que se hace llamar “King” ha empezado a hacer destrozos. Debe ser detenido.
-¿Por qué? ¿Por qué ha empezado a hacer destrozos?-había replicado, seca y autoritariamente.
Megaman se extrañó. Retiró la mano de su hombro. Pensó un poco, y luego dijo:
-Roll…estoy casi seguro que esto es otra obra de Willy. No tengo ninguna prueba, pero es lógico que así sea.
Roll enarcó las cejas. Lo miró y preguntó:
-¿Por qué es lógico que así sea?
-Hummm…pues…ningún robot, a parte de los de Willy, puede dañar a un ser humano. No va en su programación.
La conversación se realizaba en el primer piso del laboratorio. Era donde Megaman guardaba sus armas. El cuarto era su armario. Un armario…grande.
Ella se puso muy ansiosa…se agarró las manos, y empezó a preguntar, rogando:
-Mega, ¿Y no puede ser que un robot se “vuelva”malvado? ¿Qué tome una mentalidad parecida a la de Willy? Si los humanos pueden…¿no po…
-No Roll-le interrumpió Mega-. Es cierto que nosotros tenemos muchas emociones y tomamos decisiones propias, pero existe algo…algo que los humanos tienen…se llama conciencia. Haz oído hablar de ella, ¿verdad? Escucha, para replicarla, Light diseñó ecuaciones matemáticas que imitarían esta conciencia. Solo digo que la imitarían, debido a que su naturaleza matemática y concreta, la convierte en una barrera, una barrera concreta, que impide que ningún robot pueda pasarla por alto. Esto me lo explicó el profesor, Roll, y he visto las ecuaciones yo mismo. Hermanita, son infranqueables.
Roll se levantó, triste, y se mordió un dedo. Se acercó a Megaman. Le dijo despacio, repetidas veces:
-No somos libres Mega. ¡¿No lo vez?! Ellos pueden hacer lo que quieran, pero nosotros no somos libres, somos esclavos, esclavos…-quería llorar, estaba muy adolorida.
-¡No Roll, no!-alzó un poco la voz Mega-¡No somos esclavos!
Megaman se detuvo a pensar un poco. Sabía que a ella no le gustaba tratar ese tema, el de sus emociones, pero era necesario.
-Roll…nosotros…no somos humanos. Entiende…se que como tienes emociones nuevas…emociones parecidas a las de los humanos…empiezas a pensar como una de ellos. Es natural. El profesor…quiso hacernos lo más humanamente posibles, para que podamos vivir junto a ellos. Juntos, pero siendo diferentes. Cada uno con sus ventajas y sus desventajas. Quizá ellos tengan más libertad…más opciones…pero al mismo tiempo no pueden hacer lo que quisieran, debido a sus cuerpos débiles y de poca capacidad…No pueden volar solos…ni saltar…son muy lentos…se enferman mucho…viven poco tiempo. Así pues, no son tampoco enteramente libres. Roll…¿logras entenderme? ¿Me entiendes, hermanita?
Megaman la miraba, preocupado. Ella no lo miraba pero sorbía con todo su cuerpo sus palabras…Debía hacer un esfuerzo enorme para comprender… ¿Por qué no era lista como ellos?... Pero, mientras más meditaba, más fuerte surgía una duda…la horrible posibilidad de que…Mega estuviera equivocado. ¿Por qué no lograba creer enteramente en sus palabras? ¿Por qué creía detectar un error?... Se sentía a punto de renunciar de nuevo…pero no lo haría…, no lo haría de nuevo…
-Roll… ¿Por qué no quieres decirnos lo que pasó ese día? ¿Qué te dijo Forte? ¿Por qué quiso matarte?
Involuntariamente, bajó la cabeza. Y recordó un episodio que había ocurrido dos días antes. Y 5 días después que Forte quiso matarla. “¿Matarla?”, no pudo reprimir una sonrisa.
Se encontraba de compras en la ciudad. Con Kalinka. Kalinka…no era una gran conversadora. Pero era su única compañera. Ella jamás había ido a escuelas ni hecho vida social. Hasta que le pusieron los chips. Iban saliendo de una plaza cuando al doblar una esquina, se toparon con Treble…el perro de Forte. Kalinka se situó automáticamente detrás de ella, pero ella, por algún extraño motivo no se inmutó. El can enseñaba sus dientes, y Kalinka la tomó del brazo, lista para correr. Ella se acercó, ante la mirada atenta del perro. Le acarició la cabeza. “Ven perro” y siguió caminando. Kalinka se apresuró a seguirla, recriminándola. Y Treble le seguía. Ella reía. Quiso asustar a Kalinka, y le ordenó a Treble hacer trucos. Que saltara por encima de ellas…que asustara a la gente, y por último, que cargara a Kalinka, que ya empezaba a cansarse, como caballito. Al final, Kalinka estaba eufórica. No quería dejar su “caballito”.
Después, ya sola, caminando con Treble hacia su casa, llegaron a un parquecito. Entró. Dos niños salieron corriendo y una robot niñera los siguió. Ella se sentó a la sombra de un árbol, y se encaró con el perro.
-Treble…Treble…¿Buscas a tu amo? Acaso…¿hueles a tu amo? ¡Ja! ¡Ja! Vaya que tienes buen olfato. Si, lo he visto. Lo siento, perro, pero no puedo traértelo.
Miró al perro a los ojos, con una sonrisa.
-¿Acaso puedes entender?...¿Oyes?...¿Hablas?...Ahhh…Forte habla contigo…te grita “¡hiperfusión!”, y tu sin dudar le das tu cuerpo. Hummm…dicen que los perros de verdad son fieles a sus amos siempre… Entonces, tú resultarías mejor perro que nosotros seres humanos.
Echó la cabeza hacia atrás, mirando el cielo a través de las hojas del árbol. Y se enfrentó con el perro, frunciendo el ceño de repente.
-¡Escúchame! Lo siento, pero no puedo traerte a Forte. ¡¿Haz entendido?! ¡¡No lo traeré!!-le dijo, agresiva.
Treble se alejó un paso.
-¡Ahora vete!-ordenó Roll, imperativa, señalándole la ciudad-. ¡No quiero verte más!
El perro bajó la cabeza y estuvo mirando el piso un instante. A Roll le dio la impresión de que sus ojos reflejaban tristeza. Sonrió, pensando en la imposibilidad de que sus ojos de perro, de vidrio, hubieran cambiado en algo.
El perro se volteó y empezó a caminar hacia la ciudad. Habría dado 5 pasos, cuando de repente, a paso ligero, sin darle tiempo para nada, volvió y puso su cabeza en su regazo, suavemente, frotándola contra ella, y haciendo sonidos…”sonidos de perro triste” pensó. Y se sintió muy extraña…
Su cuerpo le pareció pequeño…se sintió llena a plenitud de energía. Sus pensamientos se aclararon, pero sentía la cabeza completa. No llena, sino completa. Parpadeó un par de veces…Mirando al perro, de pronto una imagen se le había aparecido, alguien conocido, pero solo fue un milisegundo. La imagen se hundió, junto a esas emociones nuevas. No le preocupó. Sabía que todo estaba ahí, en el fondo, y saldría cuando ella quisiese. Miró al perro, agradecida. Se levantó y le dijo que se fuera. Esa vez Treble se fue, ligero, a la ciudad. Roll se dirigió al laboratorio. Muy feliz. Porque ya tenía la idea.
* * *
Con paso firme, bajó las escaleras que conducían al sótano. Un robot impedía la entrada. No se inmutó.
-Robot, quiero entrar.
-Lo siento, señorita(ahora los robots le decían señorita), pero tengo ordenes estrictas de no dejar pasar a nadie. Fueron dadas por el Dr. Light en persona.
-Entiendo.-Roll sonrió.- Light me ha ordenado que te ordenara que vayas a mantenimiento para recarga de minerales.
El robot dudo. Su voz se volvió lenta y grave.
-¿El Dr. Light… lo ha ordenado? Eso…contraviene mis antiguas órdenes…
-Yo soy Roll, ¿me reconoces?
-Sin problemas, señorita Roll.
-Yo no puedo mentir, ya que soy un robot como tú. Obedece y yo cuidaré la puerta por ti.
El robot despejó todas sus dudas.
-Entendido. Volveré en aproximadamente 15 minutos.
-Bien. Bye-lo despidió con un gesto, sin poder esconder una risita.
Un segundo después de que el robot se fuera, abrió la puerta y se pegó a la pared opuesta a la cárcel, para no ser vista por la cámara. Los controles de las barras de energía estaban ahí. A dos metros, en dirección a la cárcel, había una red de haces láser, que dispararían las alarmas si eran tocadas. Todas las precauciones se pusieron en contra del reo. “Tanta confianza nos tienen” pensó con ironía.
-Forte, haces muy mal abandonando a tu perro.
Forte la había visto entrar, muy sorprendido. Enarcó las cejas, y no contestó.
-¿Sabes? Mega se ha ido a sus peleas de nuevo. ¿No piensas ir?-Roll sonreía.
Forte esperó, observándola fijamente.
-Forte, ¿conoces a un tal King?-le preguntó.
Y Forte contestó.
-Sí…
-¡Ah!, que bien. Así que te soltaré. Y probarás que eres mejor que Mega. Lo único que tienes que hacer, es llegar a Willy primero que él. Te advierto que tiene dos horas de ventaja-le dijo adiós con la mano y se volteó a operar los controles.
Las barras de energía desaparecieron. Ella se volteó a mirar a Forte. El la miraba inquieto, sin moverse. Hasta que finalmente preguntó:
-¿Por qué haces esto?
Roll amplió aún más su sonrisa.
-¡Ahh!...Es que por fin, se algo que tu no sabes. Pero te puedo decir, que Light y Willy… ¡tienen un error de cálculo!-se llevó un dedo a la frente y le sacó la lengua.
Verdaderamente, parecía que jugaba, pero… Forte la notaba tan segura… algo le decía que ella sabía algo…
-Forte, solo te quedan dos minutos. Si no te sientes capaz de escapar… puedes usarme de rehén.-Y puso una mirada de desdén, señalando la puerta.
Forte sonrió con ironía.
-¿Sí? Bah…no es necesario…porque…yo no te necesito. No te necesitaba para escapar. No iré contigo, y cuando salga, haré lo que me venga en gana. Incluso podría empezar mi venganza por este laboratorio……-y la miró a los ojos.
A Roll no le gustó su tono. Ni su mirada burlona. Su desprecio. “¿Por qué Forte la sacaba tan fácil de sus casillas?”-se preguntó.
-¿Y se puede saber como pensabas escapar sin mi ayuda?-replicó.
-¡Treble! ¡Ahora!-exclamó Forte, sin dejar de mirarla.
Y el muro del fondo de la cárcel, que daba al exterior, explotó. Roll se cubrió la cabeza con los brazos. Sonaba la alarma. El aire estaba lleno de polvo. Luego oyó que le decían:
-Niña, nunca confíes en nadie, solo en tus propias fuerzas.
Roll miró, asombrada.
-¡Treble!-pudo decir.
-Es mejor así. Si no sospecharían de ti. Treble no sabía en que parte del laboratorio estaba, así que te puso un transmisor, esperando el momento. No se como lo hizo, pero el resultado es lo importante.
Empezó a correr, alejándose por la pared destruida.
-¡Vámonos Treble!
Fue lo último que pudo oír. Despacio, empezó a caminar. Le dolía la cabeza y se sentía muy cansada. Tres robots le pasaron por el lado, al subir las escaleras. No les puso atención. Se sentía feliz. Iba a su cuarto. No sabía en que acabaría todo. No le importaba. Solo sabía que…por fin…ella era parte del juego…que no era una herramienta.
-Porque Willy y Light-empezó a decir, despacio, para sí misma-no podían preverlo. Porque no son mujeres. Y ¡no las conocen mucho!-rió-. Quizá un poco… ¿Quién sabe? Así…no pueden saber…que las emociones femeninas, las mías…son tan fuertes…que me permiten sobrecargar las tres leyes… Así como Kalinka-rió-miente, sin el menor parpadeo…para poder ir a una fiesta diciendo que va a estudiar…
Se acostó. Su cabeza estaba caliente. Debía estar enferma. Pero no le importaba. Mañana todo sería jugar y jugar…
Fin
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